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Iglesia Efectiva vs Iglesia Perfecta

Hay muchos tipos de iglesias evangélicas, desde una pequeña nueva iglesia cristiana hasta una iglesia más grande y establecida. Cada una de ellas se encuentra en algún punto del desarrollo natural de la iglesia, partiendo de células y misiones y siguiendo los fundamentos bíblicos de cómo empezar una iglesia cristiana hasta poco a poco llegar a ser una iglesia saludable.

Muchos pastores dedicados a la plantación de iglesias usan sus dones espirituales para procurar el crecimiento de la iglesia.

Sin embargo, frecuentemente se enfrentan a sentimientos de frustración, insuficiencia o fracaso por enfocarse en tratar de construir una iglesia “perfecta,” como la describe algún instituto bíblico online o alguna otra fuente de consejo que haya estado consultando.

¿Qué es una iglesia perfecta? ¿Qué es una iglesia efectiva?

Hagamos un ejercicio: pensemos en la definición de una iglesia perfecta.
¿Cómo se ve? ¿Cómo se comporta? ¿Cuáles son sus resultados y obras?

Ahora pensemos en cómo es una iglesia efectiva. ¿Cómo se ve ésta? ¿Cómo se comportan sus miembros? ¿Cuáles son sus resultados y obras?

¿Hay mucha diferencia entre ambas definiciones? Probablemente no.

Hay quienes dicen que “lo perfecto es enemigo de lo bueno.” Esto quiere decir que muchas veces por enfocarnos en detalles y minucias el resultado final no es tan bueno como podría haber sido si la meta hubiera sido efectividad en vez de perfección.

¿Debemos luchar por la perfección?

Todos queremos alcanzar la perfección. Está en la naturaleza humana: Dios nos ha llamado a ser como Él, pero nadie es perfecto sino Jesús.

La perfección trae mucha presión, es mejor fijar nuestros esfuerzos en ser una iglesia efectiva. Si nos enfocamos en crear buenas dinámicas cristianas y seguimos lo que nos indica la teología para fomentar una red de multiplicación evangélica, lograremos altos niveles de efectividad.

Lo que más importa de una iglesia es su impacto en las vidas de sus miembros, sus familias y la comunidad en la que se encuentra. Busquemos la efectividad, hacer el cambio y marcar la diferencia. La perfección llegará con los frutos de nuestros esfuerzos.